miércoles, 14 de octubre de 2009

HACIENDOME DE A POCO- SIN TETAS NO HAY PARAÍSO.




Hace tiempo que vengo con la idea fija de operarme las lolas. Siempre fueron pequeñas y el corpiño armado push up se ha convertido en uno de mis mejores amigos. Es extraño cuando llevo un leve escote que los tipos  lo miren y digan: Pero que turca que me hago!!!  Pero es solo una ilusión de algo que no solo es chico sino que la fuerza de gravedad y la maternidad lo hizo caer.  Durante el embarazo casi se acercaban a la foto 1, iba a fotografiarlas  y decirle al cirujano: Buen hombre, esto es lo que quiero, ni más ni menos que esto. Pero claro, jamas saque esas fotos, y luego crecieron más con el amamantamiento  y luego se cayeron y se achicaron, cual higos maduros. Al sentir la desazón que me contrajo pérdida de tal magnitud,  la posibilidad de esa operación iba cobrando fuerza. Oh escotes!!! Oh turcas!!! O mis bellas locas lolas!!! El tema es que una operación de tetas te lleva ineludiblemente  a una inversión monetaria ($$$$$$$$) por demás importante  y  no sabía si una mera cuestión estética ameritaba; después de todo me cogían igual, era atractiva igual y algunos hasta se enamoraban.  Pero luego de un análisis sistemático de mi cerebro me di cuenta que era algo que quería hacer yo por mi, por mi femeneidad, por mi deseo de abandonar ese ideal andrógino, ya que sin pene no tenía sentido y sin tetas menos. Pensemos en la remota posibilidad de que yo tuviera tetas, pensemos en mi con un escote espectacular y con dos pelotas que emergen casi dando la sensación de que se rompiera la piel, con esos pezones tan perfectos, timbres en punta saliendo del mar como si fuese Pamela Anderson en Baywatch, bueno esa imagen verdaderamente no representa en su esencia a  Dita Deren.  Yo siento que las tetas no son para mi, que no nací para tener tetas, que no van con mi cara ni mi cuerpo, es más ¿quién me dijo que no me las opere?  MI AMOR PLATÓNICO!!! Y si te lo dice tu amor platónico, ese ser ideal, ese oscuro objeto de deseo que manifiesta que vos también sos su objeto de deseo y te las toca y te las chupa y dice que son simplemente nice y que no debería operarlas. ¿Cómo no le voy a hacer caso? Pero él ya no está más, el está por ahi vagando en Nueva York, a punto de volver, según dice; no lo sé y honestamente ya no me importa. A los hombres argentinos comunes no les gustan chatas, les gustan las curvas, les gusta tomar la teta  y yo no tengo para aportar nada. Me siento poco atractiva, me siento una desgraciada sin tetas  y con un labio vaginal crecido que hace que una concha marina se convierta en un pimiento puta parió chamuscado. El Dr Juri cobra 12.000 la operación, será cuestión de juntar más dinero o de embarazarme y disfrutarlas por efímeros 9 meses. Siliconas o leche materna. Esa es la cuestión.

1 comentario:

Debret Viana dijo...

no. para nada. operate.