lunes, 7 de febrero de 2005

El repartidor de pizza

Caminaba directo hacia el depto de Nat: Hija Única para escaviar y luego ver que haciamos con Lau. El mensaje de txt decía: - "Esperame si llegas antes de que yo llegue". Obviamente llegué antes, ya que la señorita todavía estaba en el cyber. Toco el timbre del portero y no atendía nadie. Efectivamente no estaba!!! Una bicicleta se acerca, veo las ruedas frenar y unos pies que logran tocar el suelo . No elevé mi mirada, solo oí: -¿Te atendieron?. Era un repartidor de pizza que necesitaba tocar el timbre para entregar el pedido. No- le respondí - evidentemente no hay nadie. El chico toca timbre , lo atienden y espera a que la persona abra la puerta. Yo me senté en el escalón del edificio mientras lo observaba. No estaba nada mal!!!!Es mas, estaba muy bien!!!. Un repartidor de pizza no es una persona que pueda atraerme pero debo reconocer que en ese momento esperaba de su parte alguna pregunta o algo para comenzar una charla; pero claro, el chico estaba trabajando y no daba hacer sociales. Seguí sentada mirando hacia uno y otro lado a ver si se dignaba a aparecer Natalia. El chico entregó todo , se subió a la bici y partió. En realidad flasheé dos segundos matarme a besos con él, y no era algo que yo pudiese considerar como extraordinario. Los minutos pasaban y Natalia no aparecía y lo peor es que tenía que comprar cerveza y no sabía adonde, y sólo faltaban 15 minutos para las 22 hs, horario en el que cierran la mayoría de los negocios. Me levanté del escalón, caminé unos pasos, seguía observando para ver si la hija única asomaba su silueta y nada!!!. Me vuelvo a sentar en el escalón de una manera muy despelotada y me sumergí nuevamente en mi imaginario pensando en que podría haber pasado si el pizzero me hubiese dado un poco de bola. En un determinado momento , dentro de mi cuelgue escucho una voz masculina que me decía: ¿Todavía estás esperando?. Giro mi cabeza automáticamente cuando lo veo al chico otra vez mirandome divertido. ¿Esto formaba parte de mi imaginación o era la puta realidad sorpresiva?. Atiné a responderle:- No, pero mi amiga ya debe estar por venir. Ah! yo volvi al reparto- me dijo. La escena se repite, toca el timbre del portero, lo atienden. ¡Ahí estaba él! era mi oportunidad para hablarle, sin embargo mi cobardía se apoderó de mi y no podía decirle nada. ¿Cuánto tardaría aquella persona en bajar el ascensor para arrebatar al pizzero de mi vista?. Tenía que hablarle, debía hacerlo pero logré divisar a Natalia que se acercaba justamente para cortar el mambo. ¡Como siempre!!!!!!!! No había tiempo que perder cuando acordamos que había que ir por cerveza al mercadito de los coreanos, así que yo fui por las botellas mientras Natalia después me alcanzaba con los envases vacíos. Me sentía frustrada, es decir, era una tontería flashear con alguien prácticamente desconocido, pero no sólo fue eso, sino que también volvió a aparecer y la oportunidad se desarmó en mi mismo intento de hablarle. Dejé de pensar en él, mientras esperaba a que Natalia llegara con los envases. Habían pasado ya varios minutos. En realidad, Nat es lenta, se cuelga y se olvida que hay gente que la está esperando. Pero así logré notar que si bien el tiempo a esperar era largo (o por lo menos yo lo percibí así), así fue el tiempo que el pizzero estuvo en la puerta del edificio, ya que dos segundos antes de divisar a Natalia, lo ví cruzar frente al mercadito, con su bicicleta. Listo, la alucinación llego a su fin. La noche siguió y me despreocupé por el repartidor de pizza. No voy a contar todo lo que paso en la noche, sólo diré que las hijas únicas terminamos en un depto con tres sujetos desconocidos viendo momentos de una peli de la Coca Sarli. Sin palabras!!!!

Pini Deren


PD: Ufaaaaaaaa, me hubiese encantado contarles que pasó algo más con el repartidor de pizza, pero solo esta en mi fantasía y no daba mentirles. La aventura se agotó ahí.