miércoles, 27 de febrero de 2008

Fascinadamente derrotada

Hay hechos a lo largo de nuestra vida en que uno cree que lo hace más importante; o de lo contrario uno comienza a ver que uno no es tan especial como creía. La gente que muere joven es la gente que ya ha cumplido su misión en este mundo. Yo sé que moriré de vieja, con lo cual me atrevo a decir que voy a ser solo una sucesión de acciones frustradas. Tal vez en lo especial que hace a una persona, se encuentra el ser "especial" uno; y eso es lo que ocurre hoy. Cuando uno busca rasting en su vida, se aparecen personajes cuyo único fin es ser protagonistas de la vida de uno. Esta vez opté por ser partícipe de eso pero sin involucrarme demasiado, ya que estoy expectante por pequeñas cosas que me llevarían indiscutiblemente a la felicidad, en mi pequeño mundo. El punto es que conocí a una persona que es una mezcla inconexa de cosas (analizando todo luego, uno ve que no es todo tan inconexo, todo tiene su lógica particularidad). Sin embargo prefiero analizarlo desde el afuera, tal vez porque lo que creo que me sorpende en el fondo no me sorprende tanto. Me interesa la propuesta laboral, lo que no me interesa es atribuirme ciertas responsablidades, sino puedo ni con mi propia vida ni la de mi hija, menos creo poder estar a disposición de otra persona. Yo no creo ser la salvación en la vida de nadie. Muchas personas, especialmente con quienes me uní sentimentalmente, me veian como un ser milagroso, y asi como un milagro fugaz me convertí en un ser común e insignificante, con una locura astuta pero con un final marcado, que es el de decepcionar a todos. Y eso va a ocurrir como siempre, y así nadie puede ver mis valores, ni mi talento ni nada..... Todos me adoptan para ser obras suyas, sin ver que tengo una vida propia donde la protagonista de mi vida soy yo, y nadie más. Si todas estas sospechas místicas hacen que este ser vaya por el buen camino...bienvenido sea...¿Qué mas feliz me puede hacer el hecho de generar cambios positivos en alguien con mi sola existencia?. Pero si se cree que la caída puede ser atroz, entonces es mejor alejarse y vivir la realidad, triste tal vez, que nos espera una vez que cruzamos la puerta. A veces refugiarse en la realidad, por más cobarde que sea, pueda ser un regocijo que en el hecho surreal no nos conduce a nada y nos lleva a una acrecentada paranoia propias de locos con ideas imposibles.

Dita Deren

(más confundida que nunca) A propósito..sigo extrañando a las mismas personas. ¿Por qué será? ¿Vale la pena extrañar? ¿Soy importante?